Todo empezó en un mercadillo
Esta baraja de cartas infantiles es la culpable de todo. Fue en un mercadillo de antigüedades de Madrid en el año 2003 cuando en uno de los puestecillos me topé con ella. Se trataba de una antigua baraja de Fournier de la serie de dibujos animados de los 80 “La batalla de los Planetas”. Estaba en muy mal estado de conservación, pero al verla se desencadenó en mí un aluvión de recuerdos de aquellos años.
– «¿Cuánto cuesta esta baraja?», le pregunté al vendedor.
– «5 euros. Si te llevas también la otra, te dejo las dos en 8 euros».
Me pareció cara en aquel entonces. Al final, y tras regatear un poco, la conseguí por 4€. Sólo quería esa. La otra era irrelevante para mí en aquel momento; ni siquiera recuerdo cuál era. Hoy seguro que no la hubiera olvidado.
Empecé a recordar que de pequeño había tenido además otras barajas similares de series tan míticas como aquella; enseguida recordé la de Mazinger Z, la de Marco, la de Ulises 31… Después me vinieron a la mente aquellas otras de familias de países, de coches, de motos, de futbolistas… Sin darme cuenta, aquel día había empezado a coleccionar barajas infantiles.
Casi simultáneamente me empezó también a interesar todo el merchandising de época de aquellas series, y poco después, todo lo relacionado con aquellos años. Y sin darme cuenta, me había convertido también en un coleccionista de recuerdos de toda una generación.
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